
Llevas un impulso irresistible
de apagar la noche.
Cerrados los ojos a los recuerdos
te ocultas en tu cobija
blindada
para rayos equis.
En el escalofrío del malsueño
vuelve a encenderse la luna.
Noche a noche
de la suma que queda
has de continuar en el intento.
Destellos
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