
Cuando tropiezo, me ayudan a seguir,
cuando me desvelo, me regañan a morir,
si voy temprano, están felices,
si voy retrasado, se vuelven grises.
Si me alimento, me dan mi postre,
y si no ceno, me cuelgan del poste,
si duermo temprano, me felicitan,
si me desvelo, me lo critican.
¡Qué familia la mía! ¿Todas serán así?,
cuando vamos de su lado, te ven feliz,
pero si les llevamos la contra,
parece que explota una bomba.
Pero así los quiero tanto,
porque llevan sus encantos,
cuando me dan mi domingo,
aunque me porte como pingo.
Cuando tenga a mi familia,
la cuidaré como a la bugambilia,
para que siempre de flores,
y sus miembros sean mejores.
Destellos
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